Sol Arguelles
Puericultora.
Consultora en Crianza
Docente
Antes de empezar a hablarles del proceso del destete, me parece muy importante
recordar cuales son las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La recomendación actual es que la lactancia materna debe ser exclusiva los
primeros 6 meses del bebé, para luego incorporar la alimentación complementaria,
continuando con un mínimo de 2 años de lactancia materna (LM), o hasta que el
niñ@ o la madres decidan.
No hay ninguna aclaración respecto a que esta indicación es «solo válida para niños
desnutridos de África». Los beneficios de la LM son para todos los niños por igual,
no distingue de raza ni religión (ahí, tenemos otro beneficio, no discrimina).
Entonces, debemos saber que cuando nos topamos con estas cuestiones, tienen
que ver con un prejuicio personal y sin evidencia científica.
Ya sabemos que la composición de la leche materna es perfecta para cada etapa
del niñ@, por lo tanto, NUNCA se hace agua, ni deja de ser un alimento excelente.
Cuando pensamos en llevar adelante un destete, lo más importante es saber
exactamente cuál es el motivo, ya que muchas veces hay mitos que rodean este
deseo y es muy importante profundizar sobre el verdadero deseo.
Algunos de los motivos más nombrados son el cansancio de la madre, el no dormir
de corrido, que el niño no come, o no habla, sin embargo todo eso no se va a
modificar por un destete.
Hay un poco un mito alrededor de esto, la mamá que no da la teta también se
cansan y hasta te podría decir que tiene una demanda extra, el niñ@ requiere
atención, contacto, mimos; muchas veces eso lo encuentran en el pecho y quieras o
no, tenemos 5 minutos para sentarnos, ahora si no amamantas tenes que poner el
cuerpo aún más. Y esto es algo muy importante para saber al momento de encarar
un destete, la demanda va a ser mayor. Todo eso que antes lo encontraba en la
teta, ahora hay que reemplazarlo con presencia, contacto, contención, sostén,
paciencia y mucho amor.
Hay tanto motivos de destetes como familias, por lo tanto no hay recetas mágicas.
Para poder acompañar este proceso es indispensable conocer la dinámica familiar,
las rutinas, horarios, que les gusta hacer, que les gusta comer y mil preguntas más
del día a día.
Muchas veces no alcanza con no ofrecer y no negar, que puede servir como un
comienzo. Se necesita trabajar, organizar y planificar para lograr nuestro objetivo.
Hay diferentes formas de hacer un destete:
Destete abrupto: Se da cuando por decisión, enfermedad y/o medicación no
compatible con la lactancia (siempre pueden verificar por e-lactancia.org la
compatibilidad), o algún otro motivo se deja de amamantar de manera repentina. No
lo recomendamos si no hay algún motivo clínico que la justifique, ya que es muy
traumático para el bebé, y peligroso para la mamá dado que puede generar mastitis,
taponamiento de conductos o algún problema en sus pechos.
Destete natural: Se da por sí solo cuando el/la beb@ o niñ@ deciden dejar el pecho.
No debe confundirse con una «huelga de lactancia». Desde una visión antropológica
la edad del destete natural va de los 2 años y medio hasta los 7. Muchas veces es el
deseo de la madre, en el imaginario, pero no es fácil lograrlo. La lactancia se vuelve
agotadora y muchas mamás refieren estar cansadas y pasan a un destete inducido.
Destete inducido: Es un destete respetuoso con el/la beb@ y la madre. Se realiza
de manera paulatina y este proceso puede llevar mucho tiempo. Las tomas se van
quitando de a una, para no afectar emocionalmente al bebé, ya que en la teta recibe
todo lo que necesita. Ni a la mamá, que para ella también es un momento muy
fuerte en lo emocional, pero también en sus pechos. Debemos saber que al sacar
de a una toma por semana (por ejemplo, cada caso es particular) el pecho dejará de
producir leche de forma paulatina y no hay riesgo de afecciones. Otro punto muy
importante es la anticipación, siempre hablar con nuestr@s hij@s lo que vamos a
hacer y cómo.
La teta no es solo alimento, el niñ@ no viene al pecho solo a comer, si fuera así
sería más fácil algo para comer y listo! Pero no, es mucho más que alimento. Es
amor, contacto, seguridad, sostén, calor. La teta para el niño es todo, lo lleva a la
vida intrauterina conectad@ con su mamá, su olor, lo que conoce de antes de
nacer.
Entonces si vamos a encarar un destete tenemos que aumentar el tiempo juego,
abrazos, mimos y dedicación.
Les recomiendo buscar apoyo, sostén, una tribu que acompañe. Siempre el
conversar con otras familias que están atravesando lo mismo alivia mucho. Buscar
una puericultora que acompañe el trabajo de manera particular, no hay recetas, hay
familias.
En este proceso la mamá atraviesa diferentes sentimientos y ambivalencias, es muy
esperable que la madre desee llegar al día que no dé más la teta, pero a su vez la
invada la tristeza o melancolía, es esperable. Se está cerrando una etapa para
comenzar con una nueva. Un renacer de la relación, una nueva forma de compartir.
Nos acompañaron en el embarazo, nos preparamos para el parto y la lactancia, esta
despedida no debe ser menos importante que las otras etapas. Démosle el lugar
que le corresponde, si es nuestro deseo hacerlo con el mismo amor que dimos la
primera teta.
Bibliografía:
● González Carlos. Manual Práctico de la lactancia Materna. Barcelona:
ACPAM, 2004
● Jove, Rosa. Dormir sin lágrimas: Dejarlo llorar no es la solución. La esfera de
los libros, Madrid 2006
● La liga de la leche internacional. El arte femenino de amamantar. México:
PAx, 2001
● Pilar Martínez. Destetar sin lágrimas: la guia mas completa para destetar de
forma respetuosa.
● Raschkovan, Ivana. Infancias Respetadas: Crianza y vínculos tempranos,
Aique, Buenos Aires , 2019