Importancia de la primera toma

Una vez ocurrido el nacimiento, la madre y él bebe, siguen siendo el mismo organismo
psicobiológico. Este periodo crítico “sensible”, que sigue inmediatamente después del parto
(60 a 120 minutos), se lo conoce como “la hora sagrada”, en este momento el estado
hormonal de la madre y del bebé es el ideal para el inicio de la lactancia. Podemos decir que
este inicio de la lactancia es posible, gracias a la práctica del contacto piel a piel inmediato e
ininterrumpido después del parto, y se asocia a lactancias más duraderas y con menos
dificultades.
Nils Bergman, (especialista sueco en neurociencia perinatal, fundador del movimiento
Kangaroo Mother Care), llama el “hábitat del recién nacido” al contacto piel a piel, es allí
donde todas las necesidades del bebe son satisfechas: calor, alimento, comunicación y
contacto.
El bebe tiene un programa innato de alimentación que se activa al encontrarse en posición
ventral sobre el cuerpo de la madre, que esto se active depende de la no intervención del
entorno y de las experiencias sensoriales que reciba el bebé; cuanto más fisiológico el trabajo
de parto y el parto, más conservada estará la capacidad del bebe de utilizar su plena capacidad
de iniciar la lactancia por sus propios medios. Un bebe que al nacer inmediatamente es puesto
sobre el cuerpo de su madre, realizara una serie de comportamientos innatos e instintivos, que
ocurren en un orden específico para todos los recién nacidos, es lo que Ann Mari Widstrom
(Karolinska Institute Suecia,1987), y su equipo, denominaron “arrastre al pecho”. Estos 9
estadios son: llanto, relajación, despertar, actividad, descanso, arrastre, familiarización con el
pecho, succión, sueño. Aproximadamente el bebé tarda 60 minutos, desde que es colocado
sobre su madre hasta llegar a succionar el pecho materno. El reflejo de succión del bebé es
intenso después del nacimiento, la satisfacción de este reflejo “imprime” este
biocomportamiento para facilitar el aprendizaje de la succión.
Si el inicio de la lactancia no se intenta pronto después del parto, se habrá perdido un “periodo
de alerta” vital y el bebé entrará en un “periodo de sueño” y la primer prendida se retrasará
por horas. Muchas veces estas conductas innatas son perturbadas por los protocolos de las
instituciones de salud.
Diferentes investigaciones avalan la importancia del pronto inicio de la lactancia y el efecto del
contacto piel a piel sobre este: Gomez 1998, determina que los bebes tienen 8 veces más
probabilidades de mamar espontáneamente si pasaban más de 50 minutos en contacto piel a
piel con sus madres después del nacimiento.
Leslie Bramson y colegas 2010 Maternity Hospital Stay, determinan que cuanto más tiempo la
madre experimenta el contacto precoz piel a piel durante las primeras 3 horas es más probable
que amamante en forma exclusiva durante la hospitalización; a mayor tiempo mayor tasa de
lactancia materna exclusiva en etapas posteriores.
Dr. Smith 2017, determina que el riesgo de morir en los primeros 28 días de vida es un 33%
mayor para los lactantes que iniciaron la lactancia entre las 2 y 23 horas luego del nacimiento,
y más del doble de elevado para aquellos que la iniciaron 1 o 2 días después del nacimiento,
comparados con los recién nacidos que fueron puestos al pecho dentro de la primera hora
después del parto.

Lo que sucede en los primeros 60 minutos de vida tiene implicancias importantes a corto y a
largo plazo, por eso urge cambiar las prácticas que separan a madres y bebés por causas que
no son medicamente justificadas.
“LO QUE COMIENZA INMEDIATAMENTE DESPUES DEL NACIMIENTO CONTINUA EN LAS HORAS
Y DIAS DESPUES DEL NACIMIENTO DEL BEBE” (Dr. Jack Newman ́s, Guide to Breastfeeding)