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Lactar es parte de criar

Rosario Soy

Lic. en Nutrición MP 198

La lactancia representa nuestro primer momento de interacción con el otro, cara a cara. Podríamos hablar incluso, de nuestra primera “comida compartida” y desde la perspectiva del recién nacido: compartida con la persona más importante del mundo! por lo que la calidad de este tiempo juntos, dejará huellas de gran importancia.

 En los primeros meses de vida extrauterina la lactancia materna cubre las necesidades tanto nutricionales como inmunológicas pero también psicoafectivas del bebé. 

Es un tiempo de aprendizaje compartido, durante el cual tanto mamá como el recién nacido se reconocen y decodifican los mensajes que expresan sus distintos sentimientos y necesidades (hambre, saciedad, fatiga, juego) favoreciendo el inicio de una crianza perceptiva que será de fundamental ayuda en las etapas posteriores.

La lactancia en el desarrollo infantil

Cuanto más tiempo compartimos con otra persona, tanto más nos conocemos. A veces, sabemos lo que el otro está pensando sin decir una sola palabra. Y es así como la lactancia constituye un momento propicio para una de las interacciones más significativas en una relación humana.

Existen razones biológicas para aprovechar el momento de la lactancia y construir interacciones de calidad: cálidas, sensibles, receptivas y ricas en lenguaje entre madre e hijo que estimulan la producción de la oxitocina, conocida como la hormona del amor, que se hace presente cuando sentimos placer y que da como resultado una relación de apego entre la mamá y su bebé. 

Cuando el niño lacta se logra una conexión muy intensa con la madre, no solo a nivel físico, sino también emocional. El mirarse a los ojos, hablar, cantar, e incluso jugar durante la lactancia son maneras de enriquecer el momento y de ello se trata la crianza perceptiva.

La receptividad del adulto para interpretar las señales que recibe del niño y su sensibilidad para responder a ellas de una manera adecuada y cálida es clave y contribuye a ampliar y enriquecer el vocabulario, las experiencias de descubrimiento y el aprendizaje. Esas interacciones, frecuentes y cotidianas, son indispensables para el desarrollo infantil nutriendo el aprendizaje, el comportamiento, e incluso la salud de las personas.

Desde lo nutricional, cuando llegue el momento de la introducción de los alimentos, a partir de los 6 meses, esta crianza dará paso a una alimentación complementaria también perceptiva, brindada en un marco de afecto, respetando las necesidades del niño o niña y sus signos de hambre y satisfacción. 

El periodo de lactancia es, entonces, una oportunidad para producir una impronta en la salud que no se debe desperdiciar.

Vale aclarar que aquí nos hemos centrado en la diada mamá-bebé, pero tanto para la lactancia como para cada etapa de la vida de un niño es crucial la participación activa en la crianza perceptiva de padres, familiares y cuidadores. 

Bibliografia

Breastfeeding Made Simple: Seven Natural Laws for Nursing Mothers  Escrito por Nancy Mohrbacher, Kathleen Kendall.

-PRONAP Nutrición 2020 Temas de nutrición, lactancia y alimentación.

-THE LANCET Serie Lactancia Materna 2016